El lugar de donde nacen las palabras bonitas, las miradas mágicas, donde el arte sale por cada poro de la cuidad.
Vengo del lugar donde el sol hace que una sonrisa brille más. Mi tierra es tierra de raíces, de calor, de dulzura y de embrujo.
Mañana. Temprano. Camino por el costado del hotel Colón. No hay mucha gente en la calle, hace el fresco de la mañana. Oigo las cucharillas tintineando en el restaurante ``Burladero´´ se oyen algunos murmullos, son los que han madrugado y conversan tranquilamente tomando el café. Doy un paseo por el centro, me entretengo.
Deshago todo lo caminado y llego a la Iglesia de la Magdalena, veo la juguetería OSORNO, tan familiar para mí.
Atravieso Mateo Alemán hasta llegar a la Plaza Nueva, son las 12:00. Está la feria del libro, paseo disfrutando de tal tesoro.
Avenida voy rápido no me paro.
Llego a Puerta Jerez cruzo el puente de San Telmo y me meto por la calle Betis.
Aperitivos, tapitas y unas bebidas fresquitas. Risas, calor, despreocupación. Veo el puente de Triana y veo la maestranza, derroche de señorío.
14:30 San Jacinto, caracoles y solomillo al whisky. Conversación, intereses, cosas en común, menos risas y no por eso peor.
Sombra de naranjos.
17:30 café en los remedios, cotilleos.
19:00 Compras por Asunción.
21:00 Vuelta a Puerta Jerez y avenida de San Fernando, jardines de Murillo.
Olor a azahar.
Camino sola, me cruzo algunos grupos de jóvenes, doblo y el callejón del Agua.
Restaurante, me esperan.
Me siento llena, me siento bien, me siento en casa, me siento feliz.
Noche en Santa Cruz, noche con luna llena, noche sin estrellas, noche calurosa, noche romántica.
NOCHE EN SEVILLA.
Contaba Machado que sus recuerdos de Sevilla eran un patio y un huerto claro donde madura el limonero.
Los míos,paseos por las calles
embriagadas del azahar
de cientos de naranjospreñados de flores blancas,
!abril...!
La primavera estalla
con rebeldía en la ciudad,
desafiando a los sentidos;
e inundada de luz y aromas,
Sevilla renace majestuosa,
con poderío.
Dorados rayos de sol
miman paseos y tejados,
y la luz se filtra por entre las hojas,
por entre las torres
y los campanarios,
por entre rejas y celosías,
por entre los patios de los Alcázares,
y atraviesa puentes
y traspasa el río.
Huele a azahar,
calles y plazas y puentes y torres
envueltos en luz dorada huelen a azahar.
Sevilla, se hace abril.
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
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