Puede que a estas alturas, solo los niños crean en este lugar, he preferido ir a este sitio con 7 años, en vez de ir a cualquier otro que me ofrecieran, había leído cuentos, había visto mil versiones de esta película, y había soñado mas de una noche en volar, tan alto como lo hace él, el niño que no quiere crecer, el que no tiene padres, y que su única familia son los niños perdidos, ese, el que cree en hadas y en sirenas, el que lucha con piratas, el niño con mas sueños cumplidos del mundo, la película más bonita de Disney, Peter Pan.
Esta noche vendrá.., dejo la ventana abierta, y cuando todo esta en silencio, cuando todos están dormidos, una pequeña luz con alas llamada Campanilla entra en la habitación, seguida de Peter, el niño que viene a escuchar los cuentos, sobretodo su favorito, La Cenicienta.
Solo hace falta un poco de polvo de hada, y pensar en cosas bonitas, cuando menos te lo esperes estarás flotando, con los pies en el aire, tiene que ser una sensación impresionante.
La dirección para llegar es fácil, no tiene perdida, concentrate, es un viaje que no todos tienen la suerte de poder hacer, y sería bueno que Wendy no fuese la única afortunada. La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer, dijo Peter
BEA MONTERO
jueves, 24 de mayo de 2012
El lugar de la amistad
Volvería sin pensarlo dos veces, sin darle mas vueltas, de golpe y a lo loco, de locura, libertad, felicidad, con mis amigas,iremos a lugares inimaginables, soñando despiertas, sin nada que nos frene, porque no hay nada que nos impida avanzar, juntas, recorriendo todos los rincones, escondites mágicos, y refugios.
Volvería siempre, en todo momento en el que ellas me lo pidan, dispuesta a cumplir la promesa, somos cuatro y para siempre. Sabiendo que ante todo, somos como hermanas, una familia, y que mas da lo que digan? Este es nuestro lugar en el mundo, juntas, arrasando con todo lo que se nos ponga por delante, imaginando momentos en lugares concretos, soñando con una amistad duradera, pensando en ellas y en como ayudarlas, recordando cada rato, cada risa y cada frase, sabiendo el día exacto y el lugar. Lugares que nos hacen ver que nuestra amistad es mas que eso, que esto es de verdad, y me hace sentir bien simplemente el teneros como amigas, porque creo tengo las mejores amigas del mundo.
Hablo del lugar donde cada vez se van cumpliendo nuestros sueños, donde siempre podemos buscar apoyo, ayuda, y buenos consejos, donde siempre te vas a encontrar a alguien que te abraze, a otra que te haga reir, y a otra que te de un análisis psicológico de que te ocurre exactamente cuando lo necesites. Hablo del sentimiento y de la sensación de la verdadera amistad, y del lugar que ocupa en mi vida
BEA MONTERO
Volvería siempre, en todo momento en el que ellas me lo pidan, dispuesta a cumplir la promesa, somos cuatro y para siempre. Sabiendo que ante todo, somos como hermanas, una familia, y que mas da lo que digan? Este es nuestro lugar en el mundo, juntas, arrasando con todo lo que se nos ponga por delante, imaginando momentos en lugares concretos, soñando con una amistad duradera, pensando en ellas y en como ayudarlas, recordando cada rato, cada risa y cada frase, sabiendo el día exacto y el lugar. Lugares que nos hacen ver que nuestra amistad es mas que eso, que esto es de verdad, y me hace sentir bien simplemente el teneros como amigas, porque creo tengo las mejores amigas del mundo.
Hablo del lugar donde cada vez se van cumpliendo nuestros sueños, donde siempre podemos buscar apoyo, ayuda, y buenos consejos, donde siempre te vas a encontrar a alguien que te abraze, a otra que te haga reir, y a otra que te de un análisis psicológico de que te ocurre exactamente cuando lo necesites. Hablo del sentimiento y de la sensación de la verdadera amistad, y del lugar que ocupa en mi vida
BEA MONTERO
País de las maravillas
Sigamos bajando, si aquí si se sabe lo que es pero no por experiencia:
-Preocupación es eso que siente mi madre cuando no le da tiempo a hacer todas las cosas... -
Huerta, ¿Qué hay más representativo que esta parte del colegio? Dos pasos más y la granja, patos, gallinas y conejos es lo normal, pero me acuerdo del paso de Reverendo (el cerdito negro) y de las dos cabras, la mayor y la que dio a luz, todos lo vimos, y todos aprendimos algo ese día.
Pero bajo un poco más voy pisando el albero, y voy mirando las clases veo cómo los niños cada vez son mayores,
Y los tubos. Pasé ayer y me parecieron enormes, paso hoy y los veo tan pequeños.
Piscinita de arena, la de bolas que hicimos! los escondites, hay cierto parecido en eso de los escondites sólo que antes escondíamos las cosas de las garras de cualquiera que no fuéramos yo y mis 5 mejores amigos de esa semana, y ahora las escondemos de nuestros padres.
La pista de deporte y donde hacemos las actuaciones voy rememorando todo.
Me acuerdo de cuando hice de Blancanieves y de Maicita, de nuestros bailes.
La biblioteca, la grande y la chica, la de de hoy y la de ayer, tanto he aprendido y tanto le debo, siento una gran pasión por los libros, me encanta leer, y a parte de lo que me han transmitido mis padres la biblioteca del colegio ha sido crucial para esto.
La higuera,... de pequeños llegábamos y mirábamos la casa del muñeco diabólico, estábamos en un territorio de niños grandes ya, y ahora pasamos por ahí y ni nos fijamos.
Las rampas, cuántas risas. Ayer jugaban conmigo hoy juego yo con ellos.
El comedor, esa comida que tanto he odiado toda la primaria y las mil formas de ocultarla o tirarla para salir sin comérmela.
De las clase de la E.S.O. ya no puedo decir mucho más. Son normales, Y AHORA no me hace ilusión pensar en ellas.
Chalet, cuando iba allí por las heridas y cuando voy ahora para hacer una fotocopia o entregar un justificante.
TODO CAMBIA, NOSOTROS TAMBIÉN. NUESTRA PERSPECTIVA. PERO HAY ALGO QUE SIEMPRE ESTARÁ AHÍ, Y QUE NO CAMBIARÁ, LOS RECUERDOS.
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
Sí, hablo de ella
Un lugar donde los piropos vuelan por el aire, donde las sonrisas nunca están de más, donde la gente no corre, ahí vivo yo.
El lugar de donde nacen las palabras bonitas, las miradas mágicas, donde el arte sale por cada poro de la cuidad.
Vengo del lugar donde el sol hace que una sonrisa brille más. Mi tierra es tierra de raíces, de calor, de dulzura y de embrujo.
Mañana. Temprano. Camino por el costado del hotel Colón. No hay mucha gente en la calle, hace el fresco de la mañana. Oigo las cucharillas tintineando en el restaurante ``Burladero´´ se oyen algunos murmullos, son los que han madrugado y conversan tranquilamente tomando el café. Doy un paseo por el centro, me entretengo.
Deshago todo lo caminado y llego a la Iglesia de la Magdalena, veo la juguetería OSORNO, tan familiar para mí.
Atravieso Mateo Alemán hasta llegar a la Plaza Nueva, son las 12:00. Está la feria del libro, paseo disfrutando de tal tesoro.
Avenida voy rápido no me paro.
Llego a Puerta Jerez cruzo el puente de San Telmo y me meto por la calle Betis.
Aperitivos, tapitas y unas bebidas fresquitas. Risas, calor, despreocupación. Veo el puente de Triana y veo la maestranza, derroche de señorío.
14:30 San Jacinto, caracoles y solomillo al whisky. Conversación, intereses, cosas en común, menos risas y no por eso peor.
Sombra de naranjos.
17:30 café en los remedios, cotilleos.
19:00 Compras por Asunción.
21:00 Vuelta a Puerta Jerez y avenida de San Fernando, jardines de Murillo.
Olor a azahar.
Camino sola, me cruzo algunos grupos de jóvenes, doblo y el callejón del Agua.
Restaurante, me esperan.
Me siento llena, me siento bien, me siento en casa, me siento feliz.
Noche en Santa Cruz, noche con luna llena, noche sin estrellas, noche calurosa, noche romántica.
NOCHE EN SEVILLA.
Contaba Machado que sus recuerdos de Sevilla eran un patio y un huerto claro donde madura el limonero.
El lugar de donde nacen las palabras bonitas, las miradas mágicas, donde el arte sale por cada poro de la cuidad.
Vengo del lugar donde el sol hace que una sonrisa brille más. Mi tierra es tierra de raíces, de calor, de dulzura y de embrujo.
Mañana. Temprano. Camino por el costado del hotel Colón. No hay mucha gente en la calle, hace el fresco de la mañana. Oigo las cucharillas tintineando en el restaurante ``Burladero´´ se oyen algunos murmullos, son los que han madrugado y conversan tranquilamente tomando el café. Doy un paseo por el centro, me entretengo.
Deshago todo lo caminado y llego a la Iglesia de la Magdalena, veo la juguetería OSORNO, tan familiar para mí.
Atravieso Mateo Alemán hasta llegar a la Plaza Nueva, son las 12:00. Está la feria del libro, paseo disfrutando de tal tesoro.
Avenida voy rápido no me paro.
Llego a Puerta Jerez cruzo el puente de San Telmo y me meto por la calle Betis.
Aperitivos, tapitas y unas bebidas fresquitas. Risas, calor, despreocupación. Veo el puente de Triana y veo la maestranza, derroche de señorío.
14:30 San Jacinto, caracoles y solomillo al whisky. Conversación, intereses, cosas en común, menos risas y no por eso peor.
Sombra de naranjos.
17:30 café en los remedios, cotilleos.
19:00 Compras por Asunción.
21:00 Vuelta a Puerta Jerez y avenida de San Fernando, jardines de Murillo.
Olor a azahar.
Camino sola, me cruzo algunos grupos de jóvenes, doblo y el callejón del Agua.
Restaurante, me esperan.
Me siento llena, me siento bien, me siento en casa, me siento feliz.
Noche en Santa Cruz, noche con luna llena, noche sin estrellas, noche calurosa, noche romántica.
NOCHE EN SEVILLA.
Contaba Machado que sus recuerdos de Sevilla eran un patio y un huerto claro donde madura el limonero.
Los míos,paseos por las calles
embriagadas del azahar
de cientos de naranjospreñados de flores blancas,
!abril...!
La primavera estalla
con rebeldía en la ciudad,
desafiando a los sentidos;
e inundada de luz y aromas,
Sevilla renace majestuosa,
con poderío.
Dorados rayos de sol
miman paseos y tejados,
y la luz se filtra por entre las hojas,
por entre las torres
y los campanarios,
por entre rejas y celosías,
por entre los patios de los Alcázares,
y atraviesa puentes
y traspasa el río.
Huele a azahar,
calles y plazas y puentes y torres
envueltos en luz dorada huelen a azahar.
Sevilla, se hace abril.
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
Cerca, muy muy cerca
Que siempre voy a recordar aquella vez que nevó en mi calle, ver como caían los copos e iban dejando poco a poco el suelo de color blanco, la ilusión de que nevase aquí, en Sevilla, en mi pueblo. Que siempre voy a recordar los naranjos tan característicos de mi calle y sus naranjas que la van llenando a más no poder. Que siempre voy a recordar el olor del jazmín y del azahar, ver los árboles blanquecinos y al pasar, que sople en el viento ese dulce aroma. Que nunca voy a olvidar como aprendí a montar en bici por ese suelo, que nunca voy a olvidar ver mi calle llena de carretas cada año en el rocío, que nunca voy a olvidar que mis primeros pasos fueron aquí. Que esta, siempre va a ser mi casa.
MARINA SOBRINO
ALGO DE NORTE PARA DESPEJAR DEL SUR
Dos veces al año, un soplo de aire freso, playa y un poco de surf con buenas olas, disfrutar de una ciudad donde la edad no importa, donde siempre hay momentos que compartir y regalar.
El calor de la familia, sentir que, aunque no sea tu propia casa, ni el lugar donde vives los 365 días del año, aun así, siempre va a quedar un hueco para tí, cuando quiera escapar de la rutina, despejarme, siempre va a estar allí.
El olor de sus calles, la sensación de frescor, el sonido del mar, cuando rompen las olas, los neoprenos mojados y llenos de arena, ese acento, coger un buen moreno de piel, de Donostia, los pinchos de los bares, tres montes, y una isla con medusas, personas de verdad.
Si pudiera, no dudaría en pasar más de un mes en aquella ciudad, norte es vida, ilusión, y mi segunda ciudad de alguna forma.
Y espero no perder esto nunca, esta sensación de libertad, que me hace engrandecerme cada año que la visito.
Y si, puedo decir que es la ciudad mas bonita de la península
BEA MONTERO
Un sueño de armario
De alguna forma es una puerta hacia la moda, una manera de hacerle ver a la gente como eres, tu estilo, tu carácter, los colores que te reflejan, que te llenan de luz, y cada paso con seguridad, demostrando quien eres y quienes son los tuyos.
Con alegría, sencillez, riéndote del mundo, pisando fuerte y manteniendo miradas fijadas en tus Louboutins de 12 cm, haz que se pregunten que llevas puesto, y de donde has salido.Olor a ropa nueva, etiquetas sin romper, cien cajas de zapatos, y un enorme espejo para mirarte y sonreír.
Todo eso te define, y se llama moda, que tiene su lugar, en mi habitación.
Pueden ser grandes, pequeños, con cajones o con compartimentos para cada accesorio, con perchas de Channel, o con madera de Ikea, con olor a ambientador, o a perfume de Dior, medias de encaje y abrigos de pieles llevan dentro, pueden tener puertas correderas o simplemente ser un vestidor del tamaño de mi salón, dentro tiene bolsos de las mejores firmas, para cada ocasión e inspirados en Vogue
Esto no es un mueble lleno de trapos, ni de prendas sacadas de las rebajas donde la gente se pelea por una falda al 50%. Aquí se compra la ropa en los mejores diseñadores, y las bolsas las lleva mi chofer a una hummer negra que lleva mi nombre, para que luego lleguen a su lugar en el mundo, atravesar dos puertas y colocarlo en perchas, ni una arruga, si, mi armario es glamour
BEA MONTERO
Con alegría, sencillez, riéndote del mundo, pisando fuerte y manteniendo miradas fijadas en tus Louboutins de 12 cm, haz que se pregunten que llevas puesto, y de donde has salido.Olor a ropa nueva, etiquetas sin romper, cien cajas de zapatos, y un enorme espejo para mirarte y sonreír.
Todo eso te define, y se llama moda, que tiene su lugar, en mi habitación.
Pueden ser grandes, pequeños, con cajones o con compartimentos para cada accesorio, con perchas de Channel, o con madera de Ikea, con olor a ambientador, o a perfume de Dior, medias de encaje y abrigos de pieles llevan dentro, pueden tener puertas correderas o simplemente ser un vestidor del tamaño de mi salón, dentro tiene bolsos de las mejores firmas, para cada ocasión e inspirados en Vogue
Esto no es un mueble lleno de trapos, ni de prendas sacadas de las rebajas donde la gente se pelea por una falda al 50%. Aquí se compra la ropa en los mejores diseñadores, y las bolsas las lleva mi chofer a una hummer negra que lleva mi nombre, para que luego lleguen a su lugar en el mundo, atravesar dos puertas y colocarlo en perchas, ni una arruga, si, mi armario es glamour
BEA MONTERO
Lugar: JUVENTUD
Juventud - diversión, amigas - imprescindibles, amor - bonito, compras - pasión. Hay ciertas palabras que para mi van unidas. No se puede dar una sin la otra: juventud sin diversión no es juventud. LOCURAS. RIESGOS. MOMENTOS. BESOS. TRISTEZA. ALEGRÍA. PASIÓN.
COMERTE EL MUNDO, de eso va todo, comerte a besos a tus amigas, comerte con la mirada a ese chico, comer y no engordar.
HUNDIRTE, también está eso todo lo bueno tiene su parte mala, no puedes estar arriba constantemente. Y es discutir con tus amigas, es no verlas, es no verlo, son los celos, son las tonterías y los malos entendidos y ponerse a llorar sin parar. De 0 a 1000 en menos de 1 segundo.
Pero esa bipolaridad es divertida, me gusta ser una montaña rusa, es más entretenido que un camino recto, sin curvas sin altibajos.
Está bien subir pero también hay que saber bajar, caer y sobretodo levantarse para poder subir otra vez.
Y con ellas es posible. Porque a esta edad los amigos son ESENCIALES y con ellos puedes llegar a donde quieras.
COMERTE EL MUNDO, de eso va todo, comerte a besos a tus amigas, comerte con la mirada a ese chico, comer y no engordar.
HUNDIRTE, también está eso todo lo bueno tiene su parte mala, no puedes estar arriba constantemente. Y es discutir con tus amigas, es no verlas, es no verlo, son los celos, son las tonterías y los malos entendidos y ponerse a llorar sin parar. De 0 a 1000 en menos de 1 segundo.
Pero esa bipolaridad es divertida, me gusta ser una montaña rusa, es más entretenido que un camino recto, sin curvas sin altibajos.
Está bien subir pero también hay que saber bajar, caer y sobretodo levantarse para poder subir otra vez.
Y con ellas es posible. Porque a esta edad los amigos son ESENCIALES y con ellos puedes llegar a donde quieras.
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
Arrivederci
Tengo en mi mente el paseo en barco hasta Burano y Murano, el restaurante de la esquina carca del canal y del puente donde pobré la mejor lasaña de toda Venecia, la tienda de máscaras antiguas, el museo de barcos, la plaza de San Marcos, la iglesia. También me acuerdo de aquel niño con la mirada latente sentado frente a las escaleras del hotel, las heladerías y los muchos sabores para escoger.
Volvería miles de veces allí, fue tan increíble, sinceramente, me encantó. Tiene muchísimos canales que recorrer en barquito, y es que me encantaría vivir allí, con mi novio, en una casita de una pequeña calle con nuestra propia góndola situada justo al lado de nuestra puerta. Una vida diferente, una vida sobre agua. Burano donde cada una de las casas habitadas o no habitadas tienen un color diferente, no vi ni una igual a otra, puede que si, pero de un tono más oscuro o más claro.
NUESTRO sitio
Confortable, unido, cercano, completo, grande, luminoso, oscuro, frío, húmedo, veraniego, caluroso, impredecible, bonito. Donde siempre pasamos las horas cuando no sabemos que hacer ni donde ir. Este viernes, mañana, será uno más, o quién sabe, quizás este sea un gran viernes (los grandes viernes nunca se planean) como siempre estaremos allí, nosotras, cada una con la ropa que las largas horas de elección dieron su fruto, hablamos, cotilleamos y rumoreamos sobre la gente que pasa a nuestro alrededor. Mucha gente. Pasa por allí muchísima gente, diferentes personas, rubias, altas, morenas, bajas, pelirrojas, con ojos azules, feos, guapos... Al llegar nos sentamos en nuestro banco de los viernes, esperando a que alguna idea de donde ir pueda florecer de la cabeza de alguien. Esperando a que la gente venga a nosotras, al centro de todo. Allí todo resulta fácil, esa heladería cerca del antipático dueño del bar que no nos deja usar su querido baño. Donde muy cerca se encuentra una fuente por si nos entra mucha calor. El Starbucks® de la esquina con sus frappuccinos de chocolate, vainilla o caramelo. El quiosco que sin el, los viernes, no serían viernes. El metro de donde no para de salir gente rarísima y el parque de detrás donde hay siempre canis. Nuestro querido Mc'donnals y el Opencor. Las queridas escaleras de espera, y más allá el camino hacia los remedios, el puente de San Telmo.
MARINA SOBRINO
miércoles, 23 de mayo de 2012
Forever on the dance floor
Arte en estado puro, sensación de felicidad, siente como cae el sudor por tu frente, siente como te alumbran los focos desde arriba, como te miran y aplauden miles de personas, siente la música y toda la fuerza que expulsa tu cuerpo, el contacto con el público, siente la magia que te rodea, siente y expresa todas tus horas y horas de esfuerzo. No pienses, solo siéntelo, porque estas encima de un escenario, aprovecha tu momento de gloria, lucete y siente orgullo, por todos esos momentos de tanto trabajo que hay detrás de una actuación, y para que al bajar del escenario, con una sonrisa, vengan y te feliciten. Y así saber cada día con mas seguridad, que me hace feliz, que me realiza como persona, y en que lugar del mundo quiero permanecer
BEA MONTERO
Burbujeante
Conozco ese lugar desde incluso antes de nacer, es como mi segunda casa. Todos deberíamos tener un lugar así. Uno donde poder descansar solos, tu, tus pensamientos, tus problemas, y donde solo importes tú. Yo, si pudiese me pasaría allí el resto de mi vida.
Me paro, me tumbo, veo, observo y me quedo mirando como va hacia delante y con mucha delicadeza se va alejando de mis pies. Escuchando como se forman las olas y de nuevo rompen. Sintiendo ese cosquilleo de la espuma que te recorre cada dedo del pie. Quedarme quieta, muy muy quieta en la orilla, que venga la ola, y me arrastre un poco, y así dejarme los pies cubiertos de arena. También me encanta ir andando hasta la otra punta quedarme alli unos minutos muerta de cansancio, contemplar las diferencias de la otra punta y volverme de nuevo colocando mis pisadas sobre las que ya están formadas en la arena por otras personas.
MARINA SOBRINO
martes, 22 de mayo de 2012
La piel de la calle
Ese sitio, esa esquina, esa calle, eso que sientes, eso que recuerdas.
Esa acera en la que tantas veces te sentaste, ese balcón testigo de tantas historias. Todas aquellas cosas que pasaron, el beso, la caída cuando ibas nerviosa porque esperabas verlo, aquel escóndite.
Hay un sentimiento, de territorialidad, ese sitio que crees que te pertenece y no. Ver a parejas ahí, ver a niños jugando, ver cómo un hombre habla por el móvil mientras fuma... Y querer volver al pasado pero a la vez intensificar las ganas de que venga el futuro, un futuro próximo o quizás lejano, un futuro lleno de secretos, misterios que irás desvelando como en una novela.
Tu propia visión. Una calle por la que la gente pasa sin fijarse en el desconchón de la esquina, en el suelo donde hay una moneda de pocos céntimos perdida y una colilla apagada con la marca de un pintalabios carmín.
Cruzar una mirada ahí, chocarte, correr, bailar por la noche, que te llueva cuando pasas por ese sitio, lo que significa todo para ti, no significa nada para otro.
Hoy significa tanto y ayer no significaba nada, y en un futuro ¿cómo será? ¿Pasaré sin recordar?¿Pasaré recordando otra cosa?¿Pasaré con alguien que me hará no fijarme?
Son los mismos los ojos los que lo ven, pero no es igual cómo lo hacen.
Porque no se trata sólo de cómo es, sino de cómo lo ves y cómo quieres verlo.
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
Y cuando vuelva a Marruecos en primavera
Aún noto la arena rozando mis pies, esa arena suave y de un color muy intenso, esa arena que formaba las dunas del desierto marroquí. Era una sensación increíble ver el mar de arena ante ti, tan grande, tan inmenso y casi interminable. Un país diferente. Así es exactamente como definiría Marruecos, diferente. Aunque me pareció sorprendentemente cierto esas personas que solemos ver en las noticias, en periódicos, en la radio, son una realidad que yo no la veía del todo clara y ni del todo verdadera, la pude ver al caminar por cada calle de allí. Es tan abrumante ver a miles de personas sin tener que comer cada día, ni donde dormir, ni si quiera donde aprender. Me costaba tanto pensar que estaba allí y no podía hacer nada para evitar esa pobreza. Ese maravilloso colegio en Khamblia, esos maravillosos niños, gracias a ellos hicieron cambiar mi perspectiva del mundo, si, del mundo, fue como un camino a la realidad, realmente me di cuenta de todo lo que nosotros tenemos y de todo lo que ellos no tienen. Fue el momento de nuestra bienvenida, fue el momento de felicidad con la que venían hacia ti los pequeños y sin darte cuenta, te agarraban con sus manitas, fue el momento de jugar con ellos y verlos disfrutar, fue el momento de relación entre personas de diferentes culturas, fue el momento de darle tus cosas al ver que ellos no tenían ni la ropa adecuada, fue el momento de despedirse de ellos y de poder ver en sus ojos que cada uno de ellos seguramente se merece mucho más que eso, más que lo que me merezco yo, más de lo que se merecería nadie, porque no nos podemos ni imaginar como viven así, y es que, aún así, aún conociendo sus condiciones, ellos no necesitan nada más, ellos son felices con tener alguien que les haga caso, la felicidad es solo para quien la sabe apreciar, por que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.
MARINA SOBRINO
lunes, 21 de mayo de 2012
En el fondo ...
Recuerdo una sensación. La sensación de relax total, de despreocupación. Una sensación que sólo he experimentado completamente debajo del agua.
Desde pequeña el mar me ha fascinado, pero desde mi primera inmersión pasé de conectar con él a sentirme parte de él. Me he sacado el titulo PADI para bucear.
Olvidando lo agobiante que puede parecer al principio no poder subir a respirar, la única preocupación es no agotar el aire, para que dure lo más posible.
Lo primero es encontrar lo que se llama: flotabilidad neutra, (sí, para sacarme el titulo he tenido que hacer un examen teórico) y consiste en inflar tu chaleco o BCD (Bouyancy Control Devise) hasta que encuentres esa estabilidad. Se trata de no anclarse en el fondo, pero tampoco de irse flotando a la superficie. Pero dejando a un lado las cuestiones técnicas me centraré en lo que a mí más me importa.
Al principio iba con demasiadas precauciones, no por miedo a los peces, sino por miedo a asustarlos o dañarlos, pero cuando tienes un mayor control de tu cuerpo y flotabilidad, lo más divertido es jugar con ellos, asustarlos, mover el agua para que los pequeños bichitos que hay en las rocas se escondan. Y lo que se supone prohibido: TOCAR. Pero no puedo evitarlo, sé que está mal, pero me vencen las ganas.
Necesité tocar aquella estrella de mar azul, y aquella planta que por cierto pinchaba, y aquella roca repleta de algas como burbujas resbalosas y viscosas. Me metí en medio de un banco de peces, cogí un pez globo que se infló como una pelota. El pobre, al quedar inflado luchaba desesperadamente para no ascdender hacia la superficie.
Hay una mirada que recuerdo nítidamente, fue la de aquel pez. Sí, sí, puede parecer raro, pero mientras mi padre le indicaba al monitor cuánto le quedaba de aire yo me quedé mirándolo fijamente mientras él hacía lo mismo.
¡Aquel sitio me atrajo tanto! Durante todo el viaje me había sentido como una extranjera, en parte porque lo era, y en parte, porque todos los nativos me miraban como un espécimen diferente. Pero en el agua no, allí me sentía como si fuera un pez más, ¡como una sirenita!
Aquel sitio mágico Palawan, en Filipinas.
CRISTINA RAMÍREZ DE ARELLANO
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